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domingo, 7 de abril de 2013

El maravilloso y enigmático Número 13


El maravilloso y enigmático Número 13 

                                                                 


   En primer lugar, desmitificarlo, pues es un número muy controvertido y que ha despertado las más increíbles reacciones y temores en muchísima gente. 


Hay algunas personas que si por ejemplo han planificado una cena, y esperan ser 14 sentados a la mesa, y de pronto alguno falla, a último momento, dejando un total de 13 comensales, son capaces de buscar a cualquier desconocido para evitar ese número de comensales o bien, echar a alguno de esa mesa para que así queden 12 personas. ¿no será demasiada superstición? 
Se trata de una superstición antigua fuertemente arraigada en nuestra cultura, hasta el punto de llegar a hablar de una enfermedad (triscadecafobia término formado con raíces y elementos griegos ) en aquellas personas que tienen miedo a este número.


Se habló de ello por primera vez en un libro publicado en Estados Unidos en el año 1910 por Isador Coriat bajo el título de Abnormal psychology. 


En España y Latinoamérica los días martes 13 se consideran de mal agüero, y lo mismo ocurre con los viernes 13 en Francia y países anglosajones. 


En algunos países, la 'fobia' a dicho número ha llegado a tal punto que incluso se han modificado normas para evitarlo en las matrículas de los coches. Es el caso de Irlanda, donde los números de las placas incluyen la fecha de matriculación. ¡Ninguna llevará este año el 2013 ni el 13! 


El 2013 ha traído a Irlanda un nuevo sistema de matriculación. Al igual que el británico, será bianual. El cambio no se debe a querer asemejarse a sus vecinos sino al miedo al número 13 por las creencias supersticiosas que lo tildan de mala cifra. Ni el 2013 ni el 13 se mostrarán en las placas. Sustituyéndolos estarán el 131 si el coche se registra entre enero y junio; y el 132 si se matricula de junio a diciembre. 


El cambio obedece a temores culturales y supersticiosos, ya que no siempre esta cifra ha sido asociada a malos augurios. 


Se suele decir: “En martes 13 no te cases ni te embarques, ni de tu familia te apartes”. Refrán popular muy conocido y que se refiere a no tomar decisiones importantes o viajar en ese día para prevenir posibles desgracias. 


Muchos habrán conocido a personas que no podían evitar hacer caso a estas supersticiones: 

- No tener trece invitados en la casa. 

- No cortarse las uñas o el pelo durante ese día, porque trae mala suerte. 


Habrán conocido al viajar muchos hoteles en el mundo que no identifican el piso 13 y se saltan al catorce. 

Algunos datos curiosos como el hecho de que se evite el 13 en la Fórmula 1, que en algunos portales se omita el número 13 o que en Madrid no exista la línea 13 de autobús, demuestran este recelo en nuestra sociedad. 

En Francia, por ejemplo, nunca se le da a una casa el número trece en su dirección. En Italia, la lotería nacional lo omite. Las líneas aéreas internacionales obvian ese número en los asientos de los aviones. En los Estados Unidos, los edificios rascacielos y departamentos dan al piso que sigue al 12 el número 14. 

El código de Hammurabi, por ejemplo omite este número en su lista, algunos sostienen que existen 13 espíritus del mal, y por algún motivo similar, los calendarios sólo tienen doce meses. 

La Cábala enumera a 13 espíritus malignos, al igual que las leyendas nórdicas; en el Apocalipsis, su capítulo 13 corresponde al anticristo y a la bestia. 


También una leyenda escandinava cuenta que, según la misma tradición, en una cena de dioses en el Valhalla, Loki, el espíritu del mal, era el 13° invitado. 

En alguna época, muchos artistas tenían en sus contratos una cláusula por la que no actuaban el 13 del mes. 

Martes 13 

La mala suerte y la historia 
                                                                            

“En martes no te cases, ni te embarques.” Reza el refrán. 

Entre el vulgo supersticioso es lo mismo que decir, en día aciago y funesto como el martes, no emprendas ningún negocio de importancia. La mala suerte asociada a este día se remonta a los griegos y al Dios Marte. Sin embargo, también viene de la mitología nórdica (celtas, druidas, normandos, vikingos) en la era pre - cristiana. 

El martes, tercer día de la semana consagrado al planeta y dios Marte, del que lomó el nombre y con cuya figura le representan, fue considerado entre los egipcios como día de muy mal agüero, porque decían era el del nacimiento de Tifón, uno de los gigantes que se atrevieron a escalar el cielo. 


Martes es una palabra que deriva del nombre del planeta Marte, que en la Edad Media lo llamaban "el pequeño maléfico" y que significa voluntad, energía, tensión y agresividad. Marte es el dios de la guerra, por lo cual el día martes está regido por el planeta rojo, el de la destrucción, la sangre y la violencia. 

Además, la leyenda dice que un martes 13 se produjo la confusión de lenguas en la Torre de Babel. 
                                                        
Estas creencias también se remontan a la mitología nórdica en la era precristiana. A un banquete en el Valhalla fueron invitados doce dioses. Loki, el espíritu de la pelea y del mal, llegó sin invitación con lo cual el número de los presentes llegó a 13, con lo que el número de los presentes llegó a trece. En la lucha que se produjo para expulsar a Loki, Balder, el favorito de los dioses, encontró la muerte. 

Ésta es una de las primeras referencias escritas a la mala fortuna relacionada con el número trece. Desde Escandinavia, la superstición se difundió a través de Europa, en dirección Sur. 

Al iniciarse la era cristiana, estaba ya bien establecida en los países mediterráneos. Entonces, la creencia fue notablemente reforzada, en forma contundente, por la cena más famosa de la historia: la Última Cena. Cristo y sus apóstoles sumaban trece personas. Menos de veinticuatro horas después de esta cena, Cristo era crucificado. Y desde ese momento, invitar a trece personas a una cena significa buscar un desastre, lo que se cree hasta el día de hoy. 

En 1978 la revista británica "Gentlemen's Magazine" cito una estadística según la cual, como promedio, una de cada trece personas reunidas en una habitación moriría antes de un año. 

Hay muchos ocultistas por ejemplo, que toman en cuenta que las experiencias vitales del ser humano son 12, por lo cual una más, es decir, trece, significaría la muerte, pues ya se han vivido dichas experiencias. 

De hecho, son trece las lunas llenas del año; en varias religiones hay 13 meses en algunos años para adaptar el ciclo solar al lunar. 

Buscando en bibliotecas e internet, se concluye que las malas influencias achacadas al 13 dependen de cuestiones culturales. 

Viernes 13 
                                                                                 


En el siglo XVIII la marina británica intentó eliminar las supersticiones relativas al día viernes 13. Se mandó rebautizar a un buque con el nombre de HMS Friday (Friday significa “viernes”, en inglés), se designó a un capitán llamado Jim Friday, se reclutó a la tripulación un día viernes, también en viernes se armó la quilla del barco; y se botó la nave un viernes 13. Jamás se volvió a saber del barco o de su tripulación. 

El 13 como un número de Suerte 

Pero también existen quienes dicen que el número 13 les trae suerte. Y mucho más los martes o viernes trece. Tanto así, que durante ese día muchos apuestan por ese número en los juegos de azar. 

En los Estados Unidos, el trece es considerado como un número con suerte. Forma parte de muchos de los símbolos nacionales, ya que en el reverso de los billetes de banco hay una pirámide incompleta de trece escalones, el águila heráldica sostiene en una garra una rama de olivo con trece hojas y trece frutos, y en la otra, trece flechas. 

Como anécdota, la bandera de Estados Unidos cuenta con 13 bandas horizontales en recuerdo de las 13 colonias primigenias. Hay, además, trece estrellas sobre la cabeza del águila. 

Todo esto, en realidad, nada tiene que ver con la superstición, sino que conmemora las trece colonias que originaron el país, y que por su parte fueron un símbolo de buen auspicio. 
                                                                       

Otros datos revelan cómo la vida de una persona como Richard Wagner parece estar ligada a dicho número, nació en un año acabado en 13, la suma de las letras de su nombre y apellido son 13, los números de su año de nacimiento (1813) suman también 13, compuso 13 óperas y falleció un día 13. 

Si bien en la astrología, la carta de la muerte es la decimotercera y en el tarot, también, la carta que representa a la muerte es la nº13, me quiero detener aquí y relacionar a este número con un análisis específicamente numerológico pues considero que mucha gente desconoce la verdadera esencia del mismo y que cada número lleva inserto un valor especial en nuestras vidas. Este es el caso del 13. 

En un sentido espiritual y numerológico, este número tan especial y controvertido es un número kármico. Los números kármicos no necesariamente son números malos, sino que en sí mismos traen pruebas a “atravesar” por quien los porta, o a quien se le presentan. 

No se puede hacer de ningún modo un análisis “a priori” y decir superficialmente ante la presencia del número “es malo, es de mala suerte” pues en un sentido numerológico, este número significa la muerte de viejas creencias, de una vieja forma de vida tal vez, para renacer desde lo más profundo, casi como el ave fénix, de las propias cenizas, una vez hecha una gran limpieza interior, o una gran limpieza de un lugar, para volver a nacer, sin haber muerto físicamente. Esto es lo que en pocas palabras puede resumir su significado. 

El 13, puede presentarse en un sendero natal, que en numerología es la suma de la fecha de nacimiento completa de una persona, y marcar un camino de cambios profundos, de caer en grandes pozos para volverse a levantar más fortalecido y con una nueva vida cada vez. 

También puede ser solo parte de un natalicio y mostrar a una persona fuerte, que puede haber sufrido grandes cambios y retos en su vida, y que, dependiendo de cómo los haya podido o querido afrontar, pueden haber significado un crecimiento increíblemente profundo e importante o no. Generalmente, si nos dedicamos a observar y relacionar los días de nacimiento con las personas, veremos que los números nos aportan una gran información. 

Un 13 puede aportar a nuestra vida la dosis de cambios profundos que necesitamos. Es cuestión de saberlo encontrar y absorber, internalizándolo. Por eso al principio hablaba de la inspiración que pudo haber llevado a este cónclave a dar a conocer “casual-causalmente” un 13 que sumado a mes y año da “casual-causalmente” (valga la redundancia) 13, tan importante elección al mundo. De ninguna manera es lógico ni bueno temer a este número, sino todo lo contrario. 


Es favorable elegir un día que sume en su totalidad 13 cuando necesitamos hacer un gran y profundo cambio en nuestras vidas. Es fundamental diría yo, hacerlo. Es importantísimo elegir bien los números, pues ellos marcan y rigen nuestras vidas, y eso no es fruto de ninguna superstición, sino del significado real que desde la numerología tienen los números. 

El 13 nos brinda la posibilidad de renacer, de cambiar algo que estaba haciéndonos mucho daño por algo bueno y nuevo, de renovar nuestra vida, nuestra alma, nuestro espíritu, de limpiarnos por dentro y salir al mundo como nuevos. 


Retomando un poco lo que escribí sobre la elección papal, nunca ha sido mejor elegido, pues hay cambios necesarios que seguramente serán impulsados por la energía de transformación profunda que implica este número y que está inserta en el día en que fue dada a conocer al mundo esta noticia 

No hay superstición en la numerología, sino que se trata de un estudio que se ha realizado sobre la vibración en particular que tiene cada número y es posible corroborar determinadas cosas sucedidas en ciertos días, o bien determinadas características en común que tienen las personas nacidas un mismo día, así como hay mucho en común en las personas de un mismo signo. Sobre esto y mucho más relacionado a los números en un sentido espiritual, hablaré en próximos escritos. 

saquen ustedes sus conclusiones...